Retratos [no] hablados
A través de una instalación sonora, estas voces proponen un espacio de escucha que confronta al espectador con el gesto de escucha como una opción de respuesta. En estas llamadas, estas voces nos hablan de las latencias de la desaparición, la cotidianidad de la ausencia y sus diferentes formas de memoria, las violencias y realidades subsecuentes, las estrategias personales de espera, búsqueda u olvido, sus formas de cuidado, sus silencios y sus recorridos. Asimismo, este proyecto indaga y busca dar lugar a las personas detrás de estas voces, trascendiendo las experiencias personales de violencia: quiénes son, qué disfrutan, que anhelan, y cómo continúan sus vidas a pesar de estas ausencias ambiguas.
De acuerdo al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) hasta 2015, la cifra de personas desaparecidas de manera forzada en relación con el conflicto armado interno en Colombia (en las últimas tres décadas) ascendía a 117.000 personas.
¿qué ocurre con las personas que se ven afectadas por la desaparición forzada de sus seres queridos, familiares o amigos? ¿quiénes son? ¿cómo conviven con este tipo de ausencias? ¿cómo continúan con sus vidas?
Personas
Este proyecto surgió con la intención de habilitar diferentes niveles y espacios de escucha. El primero de ellos, se dio entre las personas que conformamos el equipo inicial de este proyecto: Adriana, Antonio, Erik, Fabiola, Faustino, Martha, Mery, Walter y Valentina. Todas ellas, son personas sobrevivientes de conflicto armado interno, afectadas por la desaparición forzada y quienes viven en diferentes lugares de Colombia y fuera del país: Medellín (Antioquía), San Martín y Villavicencio (Meta), Berlín (Alemania), Zarzal (Valle) y Bogotá. Con todas ellas, la forma de primer contacto y encuentro se dio por medio de diversas estrategias e intermediarios: email a instituciones de víctimas, encuentros públicos relacionados con desaparición forzada, o a partir de la intermediación de otras personas conocidas quienes me pusieron en contacto con ellas. A través de un proceso de conversaciones a distancia (llamadas telefónicas y videollamadas por skype) y en algunos pocos casos, en persona, nos encontramos frecuentemente para hablar y conocernos por un período de seis meses, entre Mayo y Diciembre de 2016.
Las conversaciones iniciales, respondieron a un eje temático guía enfocado en abordar tres momentos diferentes de cada experiencia personal: el pasado, el presente y las ideas y metas a futuro.
A las personas desaparecidas se les sitúa en un estado de indefensión absoluto, se les niegan todos sus derechos y cualquier posibilidad de asistencia y de protección. A las familias se les impide conocer lo que pasa con ellas, haciendo que el no saber sobre su destino e incluso sobre su sufrimiento se torne en una fuente de angustia indescriptible. Las familias sufren no solo por la ausencia sino por suponer el padecimiento y el suplicio de su ser amado, por imaginar distintos desenlaces frente a su vida, y sufren por-que sus proyectos y su cotidianidad quedan suspendidos en una suerte de paréntesis que hace difícil su diario vivir. Además, a los familiares se les impide o prolonga en el tiempo la realización de los rituales de entierro que permiten despedir y conmemorar dignamente a quienes están muertos.
Proceso creativo e instalación
Al activar la instalación, los telefónos responden a la presencia de personas en el espaciola timbrando de manera repetitiva, y al ser contestados reproducen fragmentos de las conversaciones que tuvimos con las personas que hacen parte del proyecto.
- Metodología, investigación y concepto: María Ordóñez
- Diseño gráfico y de mobiliario: David Mauricio Gárces
- Diseño de software y circuitos: Omar Rincón
- Diseño sonoro: Jefferson Rosas
Este proyecto fue realizado en el marco de la maestría en diseño, de la Universidad de los Andes entre 2016 y 2020. Para su desarrollo contó con el apoyo y los recursos del departamento de diseño de la Universidad de los Andes, y con el financiamiento producto de una de las becas de investigación y producción de proyectos museográficos sobre memoria histórica y conflicto armado: memorias de guerra, resistencia y dignidad (2016) —Ministerio de Cultura y del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH).
Agradecimientos especiales
Karen Aune, María Fernanda Olarte, Cesar Peña, Andrea Maldonado, Luis Carlos Manjarrés y al equipo humano del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación por la disposición, la infraestructura y el espacio para la socialización del proyecto. Asociación de Familiares de Víctimas de Trujillo, Valle (Afavit) y la Fundación para los derechos humanos: Nydia Érika Bautista.